EL LOCUTOR Y SU MEDIO DE TRABAJO
La radio y la televisión como industrias han alcanzado en nuestro medio un amplio desarrollo técnico. La responsabilidad que conlleva el dirigirse una audiencia heterogénea, cuyo número resulta en ocasiones incalculable exige del locutor una apropiada preparación cultural.
¿Qué aconsejar al locutor para el desempeño de sus labores en radio y televisión?
En primer lugar, cuidar el lenguaje; ese conjunto de palabras que sirven para comunicar ideas. La discreción es una norma que debería ser invariable puesto que el locutor es un huésped obligado en los hogares debe llegar a ellos como un visitante cordial, afable, atento, respetuoso, actitud que siempre confirma el grado de cultura de quien habla
Se estima que el locutor debe poseer cuando el don natural de una voz y una definida vocación, acompañada de la facilidad de palabra
Si se observa con atención, cada quien habla como juzga conveniente, con entonación elevada o baja, con voz suave o fuerte, la mayoría abusa de3 su aparato bucal y en este campo no se recibe una adecuada instrucción en las escuelas y colegios.
Por otra parte los profesores universitarios, los predicadores, los oradores, los diplomáticos y los confesionistas en su mayoría no han estudiado el arte de hablar en publico, menos ante un micrófono o una cámara de televisión. Nunca aprendieron las técnicas de la oratoria, por lo cual el resultado en semejantes condiciones es obligado: no se les oye, se fatigan y ala vez cansan al auditorio
Como conclusión el resultado de la voz es absolutamente indispensable para todos aquellos quienes ejercen una profesión en la cual tienen que valerse de ese instrumento.
Una sugerencia: Aprender a respirar.
La técnica de la respiración constituye una de las bases fundamentales, tanto para la palabra, como para el canto. El locutor debe aprender a respirar por la nariz (lenta, suave, silenciosa y prolongada).
El arte de la palabra requiere de la técnica. La fonética es la ciencia de los sonidos de lenguaje; la fonética estática es el estudio de la posición media de los órganos móviles para cada uno de los fonemas (emisión y articulación de voces, consonantes y silabas); la fonética dinámica es el estudio de los movimientos para emitir vocales y consonantes en el acto de la palabra.
La memoria es una cualidad indispensable para un buen locutor. Como ejercitarla: recordando imágenes e ideas para su presentación agradable; el locutor que conoce su tema cautiva.
La voz debe ser emitida con agilidad, timbre claro, rotundo, seco y bello. Cada palabra debe quedar separada, la pronunciación ha de ser implacable, evitar ímpetus súbitos, tampoco comerse los finales de las frases, conversar en tono medio y utilizar las inflexiones con arte.
USO ADECUADO DE LA VOZ
No es necesario gritar a voz en cuello para ser escuchado suficientemente. Con un empleo adecuado de la voz, el más leve susurro reforzado por los tonos concretos, se escuchara nítidamente, aun sin necesidad de altavoz.
He aquí algunos consejos que nos permite ser escuchados más fácilmente:
1. El aire contenido – decía Schumann heink – es la fuerza motriz de la voz, sin dominarlo adecuadamente nada se logra. Siempre debe haber en los pulmones una reserva de aire para que sirva de trampolín para lanzar de palabras. Se debe respirar profundamente siendo la expansión de los pulmones a la altura de las costillas inferiores, preciando además el diagrama. Cuando comience a hablar, no se debe emplear todo el aire enseguida, es necesario racionarlo.
2. Los tonos que salen de una garganta, estrecha tiene poca audibilidad por su escasa vibración. Por lo tanto se requiere reflejar la garganta,
Los labios y la mandíbula.
3. Si alguien golpea un trozo de hierro con un martillo, el ruido será desagradable y ensordecedor; al contrario una orquesta musical puede ser escuchada armoniosamente a gran distancia. ¿Donde radica la diferencia? Muy sencillo, los instrumentos de la orquesta producen sonidos puros, sonidos con resonancia. Esto explica el porque muchas voces que parecen potentes a quienes la escuchan de cerca; apenas logran ser oídas por quienes se encuentran alejados; carecen de resonancia y este elemento es el que torna potentes los sonidos. La resonancia, la relación y la reserva de aire.
Mientras se escucha radio, tararear las melodías que se escuchen apoyando la mano sobre el cráneo, la nuca, la nariz, los labios y el pecho. Para aprovechar mejor la resonancia natural, hablar con la misma sensación de holgura en la cabeza que cuando se aspira.
4. Pronunciar las vocales con claridad. La vibración de las vocales es la que llega lejos… No se puede descuidarlas, hay que pronunciarlas con naturalidad y con exactitud.
El empleo correcto de los labios es de gran importancia para la sonoridad de las vocales. La E y la I son vocales femeninas, expresan delicadeza; la E es la vocal vivaz; la O y la U son vocales masculinas que expresan fuerza, sonoridad, riqueza y profundidad.
5. El timbre de la vos debe variar, subir y bajar como una escala. Esta variación recala cada palabra, la distingue de las demás.
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